Evangelio
Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Después dijo a todos:
“El que quiera venir detrás de Mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por Mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?”
San Lucas 9, 22-25
Audio con reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Después de hacerles ver a sus apóstoles que El es el Mesías, Señor y Dios, les revela el motivo de su Venida: ser despreciado, humillado hasta morir en la Cruz. Y les muestra el camino para poder seguirlo como verdaderos discípulos: renunciar a sí mismos, cargar la propia cruz. Este es el verdadero “plan pastoral” exitoso, el que nos da Jesucristo y no los hombres. Es el camino que lleva a la cruz y el único que nos puede hacer realmente resucitar.
Propósito del día
Reflexionaré respecto a mis mayores miedos y buscaré enfrentarlos a la vez que ponerlos en las manos de Dios.
Santos del día: san Walfrido, abad
Italiano nacido en Pisa, quien luego de criar a sus cinco hijos, con su esposa llevaron vida monástica y fundó –junto a un pariente y un amigo– el monasterio benedictino de Palazzuolo (norte de Italia) atrayendo a muchos novicios. A 25 km, construyó un convento para mujeres, al que ingresó su esposa e hija.
Walfrido ingresó al monasterio y fue abad. Murió en el 765.
NR: Atraídos por la vida monástica, al poco tiempo, se contaban ya 60 monjes.
Liturgia del día
Jueves después de Ceniza. Morado.
Lecturas: Dt 30, 15-20/ Sal 1, 1-4.
Reflexión para las tres de la tarde
Jesús es ayudado por el Cireneo a llevar la Cruz. Cuántos desearíamos ocupar su lugar… pero sólo cuando cargamos su Cruz lo conocemos, y comprendemos su Amor. Jesús tuvo sólo un alivio físico, leve, pero su infinito dolor por los pecados no menguaba.
Camino Cuaresmal
De los escritos de los santos
“A Ti la alabanza y la gloria, ¡oh Dios, fuente de las misericordias! Yo me hacía cada vez más miserable y Tú te me hacías más cercano. Tu mano estaba pronta a sacarme del cieno y lavarme, pero yo no lo sabía”.
San Agustín
“Los ángeles sólo nos tendrían envidia por una cosa: ellos no pueden sufrir por Dios. Sólo el sufrimiento nos permite decir con toda seguridad: Dios mío, mirad cómo os amo.”
San Pío de Pietrelcina
“Hermano mío: a consecuencia de lo que has leído, ¿qué resoluciones son las que vas a tomar? Ya ves que puedes morir en
cualquier hora…”
San Antonio María Claret
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Jesús, en Vos confío
