InicioServiciosAdoradores: ¿Por qué debemos ir a misa?

Adoradores: ¿Por qué debemos ir a misa?

Fecha:

Ocho razones para participar de la Eucaristía dominical y tomar conciencia que sin Jesús Sacramentado no hay cielo, porque El lo dijo: “el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna” (Jn 6, 30-58) y quien se priva voluntariamente de su mesa también se excluye del banquete celestial.

Sentando la base de que casi siempre el comenzar a faltar a misa el domingo responde a una actitud caprichosa, a la que es muy difícil refutar -precisamente por su falta de racionalidad- describo unas consideraciones sobre el precepto dominical y la importancia de la misa en la vida de un cristiano.

Primariamente hay que considerar que a misa se va a dar, no a recibir: Se recibe mucho, pero no se va por motivos egoístas, ni comerciales una especie de intercambio con Dios: mi atención y dedicación de tiempo a cambio de ciertos gustos, bienes, ya sea espirituales o materiales, temporales o eternos. Este primer punto desvaloriza de raíz todos los motivos para no ir basados en una línea egoísta de pensamiento: me aburro, no siento nada, no tengo tiempo, estoy cansado, etc.

Porque Dios es su Creador y debe dedicarle un tiempo semanal a El: Es la manifestación de vivir centrado en Dios y en la salvación: vivir el año centrado en la Pascua; la semana, en el domingo; el domingo, en la misa. No importa cuánto se aburra, su Creador ha dispuesto que un día de la semana sea para El: “Acuérdate de santificar el día sábado. Los seis días de la semana trabajarás y harás todas tus labores. Mas el séptimo es sábado, consagrado al Señor tu Dios” (Ex 20,8-10).

Porque como miembro de la familia de Dios, se debe rendir culto a Dios de acuerdo a su naturaleza, junto a sus hermanos: Esto exige que el culto a Dios no sólo sea interior, sino también exterior (que los demás vean su fe) y comunitario (dar culto unido a sus hermanos). Es decir, que se reúna con otros para adorar juntos a Dios.

Porque hay que obedecer a la Iglesia: No es cuestión de un capricho del Papa, sino de una necesidad. En el siglo IV, la Iglesia se vio obligada a imponer este precepto para garantizar a sus fieles el mínimo de vida eucarística que necesitan.

Porque necesita de la Eucaristía para vivir una vida realmente cristiana: Es una necesidad vital, de manera que sin la Eucaristía semanal, no te darían las fuerzas espirituales para vivir como un hijo de Dios.

Porque sin la Eucaristía no tendría acceso a la vida eterna: Jesús no dejó lugar a dudas: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre”; “en verdad os digo, si no coméis la carne del Hijo de Dios y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros”; “el que come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida eterna”
(cf. Jn 6,30-58)

Porque Jesús le invita a su mesa y sacrificio: El lo mandó explícitamente a sus discípulos al instituir la Eucaristía: “Haced esto en memoria mía”. Asistir a misa no es más que cumplir este mandato del Señor. Y no es sólo una memoria histórica, es una memoria que lo hace presente.

Porque viviendo en una sociedad que en muchos aspectos no es cristiana, la misa es la primera manera de defender, robustecer y manifestar nuestra fe: Es necesaria para “proteger” tu espíritu del materialismo sofocante que nos rodea: que tu espíritu pueda al menos una vez a la semana “respirar” un aire espiritual.
Además es el primer testimonio cristiano: los demás necesitan tu ejemplo. ¿Te das cuenta qué testimonio de fe da a los que no creen… quien dice creer y muestra no valorar lo que cree?

Porque es mucho mejor ir que no ir: Puede parecer tonto… pero para quien aspira a lo mejor… alcanzaría solo este motivo. Yo no creo que haya un plan más santo y santificante para el domingo.
(Fuente: lafamilia.info)

Habla al Mundo es un proyecto de formación y difusión de la Divina Misericordia.

Para ser parte de esta obra Evangelizadora, podés sumarte a nuestros grupos de WhatsApp o contáctanos: www.linktr.ee/hablaalmundo

Jesús, en Vos confío

También puede interesarte

22 de Noviembre: «santa Cecilia»

El canto de santa Cecilia Al comulgar, recordemos el ejemplo...

Adoradores: «La ‘triple’ venida del Señor»

Con san Bernardo meditemos frente al sagrario este tiempo de...

25 de octubre: San Antonio María Claret

Antonio María Claret nació en Sallent (Barcelona), España, en...

Santo eucarístico del mes: «19 de octubre, san Pablo de la Cruz»

La Pasión; la Eucaristía y el Sagrado Corazón de...
Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?
Salir de la versión móvil