Editorial
¡Qué bello mes el de mayo! Para muchos países es el mes de María Santísima, y para todos tiene fiestas muy queridas para los fieles en general: Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, Nuestra Señora de Fátima, Madre de la Iglesia, María Auxiliadora, la Visitación. Además, tenemos las grandes y últimas solemnidades pascuales, la Ascensión y Pentecostés, que dan lugar a la solemnidad de la Santísima Trinidad.
Aprovechemos estos días de gracias en los que todo el Cielo se derrama en dones y bendiciones para las almas que están dispuestas a recibir estos auxilios divinos. De manera particular, les recuerdo rogar mucho por los sacerdotes y consagrados para que sean fieles a Cristo y se consuman en el servicio espiritual de las almas, que tanto lo necesitan.
Recemos por la paz del mundo.
Evangelio
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que Yo les anuncié. Permanezcan en Mí, como Yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en Mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en Mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de Mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en Mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en Mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos”.
San Juan 15, 1-8
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Ocho veces el evangelio menciona la palabra ‘permanencia’, es decir, el ser uno con Cristo. Aquí está la maravillosa vocación del cristiano. Vivir en la tierra una vida nueva y distinta a la natural: la vida divina, la vida en gracia, estar siempre unido a El. Qué mayor alegría que tener a Dios tan cerca, un Dios que es Padre, es hermano y verdadero amigo. Los dolores, las cruces, se convierten en motivos de amar y perdonar para crecer en esta relación cercana con Dios. Nada en la vida vale más que esto. La vida encuentra sentido cuando nuestros actos priorizan esto.
Propósito del día
Rogaré a San José por los trabajadores, por su santificación
y dignidad laboral y económica.
Santos del día: beata Mafalda, virgen
Siendo hija del rey de Portugal, la casaron con su primo a los 11 años de edad, el rey Enrique I de Castilla, en 1215.
Anularon su matrimonio, regresó a su hogar e ingresó al convento benedictino de Arouça. Dedicada a obras de caridad, fundó un albergue para peregrinos, restauró la catedral de Oporto y creó una fundación para ayudar a viudas.
Murió en 1257.
Reflexión para las tres de la tarde
Terminada la ceremonia, dejaron los bastones y se sentaron a la mesa para la cena ordinaria. Mientras comían, el Salvador, con toda su ternura, puso de manifiesto el tremendo amor que sentía por sus apóstoles, diciéndoles: “He deseado ardientemente comer esta Pascua con vosotros antes de padecer”.
Modelo de los trabajadores
Oración a San José
Glorioso San José, modelo de todos los trabajadores, dame la gracia de trabajar en un espíritu de penitencia, para así expiar mis numerosos pecados; de trabajar conscientemente, poniendo el cumplimento del deber por encima de mis inclinaciones, y con el corazón grato y alegre, considerando una honra para mí, emplear, a través del trabajo, los talentos y dones que Dios me dio para glorificarlo y colaborar en la salvación de las almas.
Amén.
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Jesús, en Vos confío
