Evangelio
Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me amó, también Yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a Mí, sino Yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, El se lo concederá. Lo que Yo les mando es que se amen los unos a los otros”.
San Juan 15, 9-17
Audio con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co
Jesús nos dice que su gozo es permanecer con nosotros, estar en comunión cada uno con El. Diciéndonos esto busca que nosotros también queramos gozar de estar con El, porque sucede que muchas veces, nuestro gozo está en pavadas. Pero El apuesta por nosotros, nos ofrece su amor, y para llegar a su amor nos ofrece el camino de sus Mandamientos, de su gracia, de su perdón, de los Sacramentos y de la perseverancia.
Propósito del día
Participaré de la Santa Misa en familia y cuidaré que al finalizar
demos gracias a Dios sin apuros.
Santos del día: san Britón, obispo
Era obispo en Tréveris, en la Galia Belga, en el siglo IV.
Al comienzo defendió su grey de los errores del obispo hereje Prisciliano. Posteriormente, junto a san Ambrosio y san Martín, intentó en vano detener la ejecución de Prisciliano.
Murió en el año 386.
Liturgia del día
6º Domingo de Pascua. Blanco.
Segunda semana para el Salterio.
Reflexión para las tres de la tarde
Judas, al verse descubierto, y que la señal de mojar en el plato iba por él, con tan poca vergüenza en la cara como poco era el temor de Dios que tenía en el corazón, preguntó: “¿Soy yo acaso, Señor?” Y el Salvador, en voz baja, para que los demás no lo oyeran, respondió: “Tú lo has dicho”.
Verdadero Pan del Cielo
De Miguel de Cervantes
Alégrate alma mía
si en Pan tan soberano,
se recibe al que mide
Cielo y tierra;
si el Verbo, la Verdad,
la Luz, la Vida
en este Pan se encierra;
si Aquel por cuya mano
se rige el Cielo, es el que convida
con tan dulce comida
en tan alegre día.
¡Oh, cosa maravillosa!
Convite y Quien convida
es una cosa,
alégrate, alma mía,
pues tienes en el suelo
tan blanco y tan lindo
pan como en el Cielo. Amén.
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Jesús, en Vos confío
