Son muy pocas las almas que pueden adorar dignamente
y entender el amor que Dios nos tiene.
319- La adoración nocturna del jueves. Hice esta adoración por la conversión de los pecadores empedernidos y especialmente por los que perdieron la esperanza en la Divina Misericordia. Meditaba sobre lo mucho que Dios sufrió y lo grande que es el amor que nos mostró, y nosotros no creemos que Dios nos ama tanto. Oh Jesús, ¿quién lo comprenderá? ¡Qué dolor para nuestro Salvador! Y ¿cómo puede convencernos de su amor si su muerte no llega a convencernos? Invité a todo el Cielo a que se uniera a mí para compensar al Señor la ingratitud de ciertas almas.
361- Oh Santa Trinidad, Único Dios, inconcebible en la grandeza de la Misericordia hacia las criaturas y especialmente hacia los pobres pecadores. Has revelado el abismo de tu Misericordia inconcebible, impenetrable para toda mente humana o angélica. Nuestra nulidad y nuestra miseria se hunden en tu Grandeza. Oh Bondad infinita, ¿quién puede adorarte dignamente? ¿Hay algún alma que entienda tu amor? Oh Jesús, tales almas existen, pero son pocas.
379- Durante una adoración Jesús me prometió: “Con las almas que recurran a mi Misericordia y con las almas que glorifiquen y proclamen mi gran Misericordia a los demás, en la hora de la muerte Me comportaré según mi infinita Misericordia.
Mi Corazón sufre a causa de que ni las almas elegidas entienden lo grande que es mi Misericordia; en su relación conmigo en cierto modo hay desconfianza. Oh, cuánto esto hiere mi Corazón. Recordad mi Pasión, y si no creéis en mis palabras, creed al menos en mis llagas.”
Habla al Mundo es un servicio de difusión de la Divina Misericordia que brinda espiritualidad, formación y capacita Apóstoles de la Divina Misericordia.
Para ser parte de esta obra evangelizadora, podés sumarte a nuestros grupos de WhatsApp/Telegram: www.linktr.ee/hablaalmundo
Jesús, en Vos confío