«¡Sin detenerse!»

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El entusiasmo y fervor de una joven luego de conocer a Jesús Misericordioso, la llevó a difundirlo entre otros jóvenes y niños de su pueblo y de otros cercanos.

Conocí a Jesús de la Divina Misericordia por medio de una amiga que me invitó a su casa y fue que así lo conocí a El y sus rayos brillaron en mis ojos al verlo. Estaba muy triste, pero al conocerlo sentí el valor para cambiar mi vida y a partir de ese momento rezaba todos los días la coronilla.
Al año siguiente compré un cuadro de Jesús Misericordioso y lo llevé a mi pueblo que es Termas de Villa Vil (departamento de Belén), y desde mi casa comencé a rezar la coronilla con toda mi familia. Al terminar el novenario se hacía la Misa y la procesión. Al siguiente año invité a los jóvenes para que sigan el camino de la Misericordia; convoqué a jóvenes de Tinogasta, de Belén, de Hualfin, de la Puerta del Corral, y así comencé a enseñarles la coronilla y la Divina Misericordia, y también participábamos en actividades parroquiales. En el cuarto año, invité a los niños; así transcurrimos el cuarto año con un grupo de jóvenes y otro de niños.
Este grupo juvenil se llama “Jesús Misericordioso”. Al principio éramos muy poquitos, chicos y chicas y ahora somos 18 y poco a poco se van agregando más. En el año 2020 –que fue el quinto desde que comenzamos- no pudimos hacer nada por el covid; fue un tiempo muy difícil, pero yo seguía haciendo el rezo de la coronilla en mi casa, con algunos vecinos que se acercaban.
En el 2021 rezamos la coronilla y novena en mi casa, pero pudimos participar en forma presencial de la Santa Misa y la procesión, realizada en la Iglesia de mi pueblo que es del Sagrado Corazón de Jesús, presidida por el párroco, el p. Rogelio Suárez, quien siempre nos está apoyando.
Yo tengo el cuadro de Jesús Misericordioso en mi casa, y la idea mía y de mi familia es –como tengo un terreno para donarlo- poder hacerle algo para El. No digo una iglesia porque eso es mucho y costoso, pero sí un salón, o algo para dejarlo a El, para que El esté allí.
Que tengamos un lugar que sea de El, de Jesús de la Divina Misericordia, a donde todos podamos ir.
Olga Cruz coordinadora Grupo Juvenil “Jesús Misericordioso”, Belén, Catamarca

Habla al Mundo es un servicio de difusión de la Divina Misericordia que brinda espiritualidad, formación y capacita Apóstoles de la Divina Misericordia.

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Jesús, en Vos confío

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