Evangelio
Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a El, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces El les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!”.
San Mateo 13, 1-9
Video con reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
El sembrador siembra con un fin, tiene un propósito. Así Dios al crear el mundo. No lo creó para dejarlo abandonado a su suerte. Nos ha creado con un fin: participarnos su vida divina. El motivo de todo lo que recibimos, vida natural y vida sobrenatural, no depende de nosotros. Es decir, es una terrible necedad (y ridiculez) pretender que nosotros le digamos a Dios para que nos ha dado la vida, los placeres, la sexualidad, el dinero, etc., y, por tanto, cómo deben ser usados.
Propósito del día
Rezaré por lo menos cinco veces en el día la oración de san Francisco
Solano, haciendo una Comunión espiritual.
Santos del día: san Francisco Solano, religioso
Español nacido en 1549, ingresó en la Orden de los Hermanos Menores y en 1589 fue a América. Misionó desde Lima (Perú) hasta Tucumán (Argentina) y el Chaco paraguayo, siendo popular entre los naturales, ya que junto con el crucifijo llevaba siempre un violín con el que lograba atraer su respeto y cercanía. Murió en Perú en 1610.
NR: En las plazas sus prédicas producían muchas conversiones.
Liturgia del día
San Francisco Solano, religioso. Blanco. Memoria
obligatoria/ Lecturas: Jer 1, 1.4-10/ Sal 70, 1-4a.5-
6b.15ab.17
Reflexión para las tres de la tarde
Uno de los soldados, llamado Longinos, mientras vigilaba a Jesús lo observaba fijo y absorto. Nuestro Señor, dirigió sus ojos hacia él, y el soldado parpadeando soltó una lágrima de sus ojos, su corazón ya no sería el mismo.
Oración del santo
Mi buen Jesús, mi Redentor y amigo
¿Qué tengo yo que Tú no me hayas dado?
¿Qué se yo que Tú no me hayas enseñado?
¿Qué valgo yo si no estoy contigo?
¿Qué puedo yo si Tú no estás conmigo?
Señor, mi Dios, sin vanidad me hiciste,
sin que te lo pidiera me creaste;
en crearme y redimirme mucho hiciste,
y menos obraras de lo que obraste
en perdonar la obra que Tú hiciste.
Pon tus ojos, Señor, en mí,
y ten misericordia de mí,
porque yo soy solo y pobre.
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Jesús, en Vos confío
