Evangelio
La fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes, y él dijo a sus allegados: “Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en El poderes milagrosos”.
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía: “No te es lícito tenerla”. Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.
El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
Instigada por su madre, ella dijo: “Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista”.
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven y esta la presentó a su madre. Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús.
san Mateo 14, 1-12
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Click en la imagen para ver el video
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
“Herodes quería matarlo” dice el evangelio. Por más que lo admiraba al Bautista y escuchaba, por más que lo reconocía como hombre de Dios y con poder… quería matarlo. ¿Por qué?.
Justo por eso. Dentro de Herodes, como dentro de cada uno, hay un combate entre la conciencia -mandada por Dios- que llama al bien, a la verdad, a Cristo, contra las pasiones enloquecidas que lo llevaban a una vida de bajeza, bajeza que elimina al adversario -“conciencia”- y a sus propagadores.
Propósito del día
Haré una ofrenda a la Santísima Virgen: algún favor, obra de misericordia,
o una oración, por ejemplo, un misterio del santo Rosario.
Santos del día: san Martín Másico, eremita
Vivió en una cueva en Monte Cassino, Italia, llevando una intensa vida de oración y penitencia durante muchos años. Por su santidad muchas personas acudían a pedir consejos, oraciones y ser bendecidos; por lo que construyó habitaciones y una iglesia. Murió en el 580.
NR: En la actualidad pueden visitarse sus ruinas.
Liturgia del día
Feria. Verde.
Lecturas: Jer 26, 11-15.24/ Sal 68, 15-16.30-31.33-34
Reflexión para las tres de la tarde
De camino al Huerto, Jesús contaba a Simón que desde siempre supo de la traición de Judas, y que tenía en cuenta todas sus obras para evitarla logrando su conversión. Simón exclamó: “¡Pobre Maestro, ni siquiera tienes consuelo en ignorar las obras ajenas!”
Reina y consuelo nuestro
Meditando con los santos sobre María Santísima
“¿Quién no se anima al verte tan tierna, tan compasiva? Si es pecador, tus caricias lo enternecen. Si es tu fiel devoto, tu presencia enciende la llama viva del amor divino.” Santa Teresa de los Andes
“¡Madre de mi Salvador! Concédeme que te ame cuanto me sea posible, te invoque mientras pueda y contribuya a honrarte tanto como mis fuerzas lo permitan!” San Alfonso María de Ligorio
“Tú que eres Madre de Dios y puedes mandar a las potestades del Infierno, dígnate mandar que impidan a los demonios causarnos daño, y haz que los ángeles nos protejan.” San Buenaventura
“Corramos hacia María y, como sus hijitos, arrojémonos en sus brazos con una confianza perfecta.” San Francisco de Sales
“Eres el consuelo que el mismo Dios me ha concedido, mi guía en la peregrinación de este mundo, la fuerza en mi debilidad, la riqueza en mi miseria y el bálsamo que cura mis heridas.” San Germán
“María es pura, sin mancha. El Dios de bondad podría crear un mundo más hermoso que el que existe, pero no podría crear una criatura más perfecta que María.” Santo Cura de Ars
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Jesús, en Vos confío
