Evangelio
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque El miró con bondad la pequeñez de su esclava. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
San Lucas 1, 39-56
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Como María partió sin demora de la zona baja de Galilea a la zona alta de Judá, así ahora María parte llevada de ángeles de esta tierra a la zona más alta de los altos Cielos. Y así como partió a Judá por el bien de su pariente, ahora parte por el bien, no de una pariente lejana, sino por sus propios hijos, nosotros. Ella va con nosotros cuando queremos ir con Ella. Su ausencia es una nueva presencia, la de una madre que vela día y noche por que nosotros podamos un día subir tan alto y cerca de Dios y de Ella.
Propósito del día
Participaré de la Santa Misa en honor de la Asunción de María
Santísima, con algún familiar o amigo que le cueste perseverar.
Santos del día: Asunción de la Santísima Virgen
Hoy celebramos una de la más antigua e importante de las fiestas en honor de la Virgen Santísima, que venera su traslado en cuerpo y alma al Cielo sin experimentar la corrupción de muerte. El papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción el 1 de noviembre de 1950. La Santísima Virgen María pasó los últimos años de su vida en Efeso, Asia Menor, con san Juan Evangelista hasta que fue elevada al Cielo.
Liturgia del día
La Asunción de la Santísima Virgen María.
Blanco. Solemnidad.
Reflexión para las tres de la tarde
Vienen los soldados con Jesús preso desde el Huerto pasando por el puente Cedrón y unos hombres agarran piedras filosas, y desde abajo empiezan una pedrea contra Jesús, arrojándole piedras que golpean su cabeza y sus hombros.
El Cielo se maravilla
Himno a la Asunción de la Virgen
El Cielo se maravilla,
Virgen, viendo como a Vos
junto a sí os ha dado Dios
la más eminente silla.
Sobre los altos confines
del más levantado Cielo
subisteis, Virgen, del suelo
en hombros de serafines.
Oh Dios, quién supiera ahora
significar la alegría
que todo el Cielo tendría
con su nueva emperadora!
Angeles podrán decilla,
Virgen, y lo que con Vos
hizo vuestro Hijo y Dios
cuando os dio tan alta silla. Amén.
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Jesús, en Vos confío