Evangelio
Los judíos discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?” Jesús les respondió: “Les aseguro que si no comen la Carne del Hijo del hombre y no beben su Sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi Carne y bebe mi Sangre tiene Vida eterna, y Yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi Carne es la verdadera comida y mi Sangre, la verdadera bebida. El que come mi Carne y bebe mi Sangre permanece en Mí y Yo en él. Así como Yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por Mí. Este es el Pan bajado del Cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este Pan vivirá eternamente”.
Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.
San Juan 6, 51-59
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Meditemos muy bien estas palabras, este capítulo 6 de San Juan: debemos, necesitamos comer su Carne y su Sangre para recibir Su Vida, para ser “in-Corpo-rados” en El, para ser uno con El. El vino a darnos su propia Vida, no sólo a darnos ejemplos y enseñanzas; para eso podrían habernos bastado un par más de profetas… Su Amor eterno desea darnos todo su Ser, todo su Amor. El cristiano que no comprende la Santísima Eucaristía, su donación eucarística, no lo comprende a El, porque El es la Eucaristía. Esta es su Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad: El mismo.
Propósito del día
Iré con tiempo a la Santa Misa para prepararme lo mejor posible y sin apuro.
Santos del día: beata Paula Montaldi, abadesa
Con sólo quince años de edad ingresó en las Hermanas Clarisas de Mantua, Italia, donde fue abadesa. Se distinguió por su gran devoción a la Eucaristía y a la Pasión de Cristo, cayendo a veces en éxtasis. Murió en el año 1514, con 71 años, de los cuales pasó 56 en el monasterio.
Liturgia del día
20º Domingo durante el año. Verde.
Cuarto semana para el Salterio.
Reflexión para las tres de la tarde
Anás preguntó: “¿Dónde están tus discípulos? Sabes que tengo poder para salvarte”. Jesús le dijo: “Eres fango. Dejo al fango el oficio de espía. Yo soy Luz”. Luego, un esbirro le soltó un fuerte puñetazo en el rostro.
El valor de la Santa Misa
Frases del santo Cura de Ars
“Si supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella.”
“Pongan todas las buenas obras del mundo contra una Santa Misa, serán como un grano de arena junto a una montaña.”
“Todas las buenas obras del mundo reunidas, no equivalen al Santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras que la Misa es obra de Dios.”
“¿Podremos hallar en nuestra santa religión un momento más precioso, una circunstancia más feliz, que aquel instante en que Jesucristo instituyó el adorable Sacramento de los altares? -No, no, puesto que esta circunstancia nos recuerda y atestigua el inmenso amor de un Dios a las criaturas.”
“El alma no puede alimentarse sino de Dios. Sólo Dios puede bastarle. Sólo Dios puede llenarla. Fuera de Dios no hay nada que pueda saciar su hambre. Necesita absolutamente de Dios… ¡Qué felices son las almas puras que se unen a Dios por la Comunión!… ¡Oh hombre, qué grande eres!… Id, pues, a comulgar, hijos míos.”
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Jesús, en Vos confío
