Evangelio
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”.
Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.
San Lucas 10, 38-42
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Marta recibió a Jesús en su casa y lo hospedó, pero María lo recibió en su corazón, y se puso a sus pies.
Marta se creía con derecho a exigir a Jesús que obligue a María, porque El estaba en deuda con ella al estar hospedado allí. Pero Jesús rompe los lazos humanos y los restablece en Dios. El hace entender a su futura santa Marta que aún en medio de las arduas tareas sólo debemos hacer una cosa: servir a Dios con todo el corazón, alma y fuerzas.
Propósito del día
Colgaré una imagen religiosa bendecida en mi trabajo, hogar,
o donde haga falta el signo de la presencia de Dios.
Santos del día: Santa Ragenfreda, abadesa
Primera abadesa francesa del monasterio benedictino de Denain, fundado por sus padres.
Murió en el 805, y cuando su hermana hizo sepultar las reliquias en la iglesia de Denain, se curó de su ceguera.
NR: Sus restos descansan en el altar mayor de la iglesia de Denain.
Liturgia del día
Feria.Verde.
Lecturas: Gal 1, 13-24/ Sal 138, 1-3.13-15
Reflexión para las tres de la tarde
La mirada misericordiosa de Jesús buscaba por tercera vez los ojos de Judas, que cayó de nuevo junto a Jesús quien le dijo:
“Judas, mi Amor es más fuerte que tu pecado”. Pero él salió corriendo.
Guía y compañero de toda la vida
Oración al Angel Custodio para pedir su protección
Angel Santo, amado de Dios, que por su divina disposición, me has tomado bajo tu protección desde el primer instante de mi vida, y jamás has dejado de defenderme, de iluminarme y de acompañarme.
Te venero y te amo como protector, me pongo bajo tu cuidado y confío profundamente en tu asistencia para cumplir el designio de Dios sobre mi vida.
Te suplico, por el amor de Jesucristo, que escuches mis súplicas y las lleves con amor ante Dios. Condúceme por el camino seguro cuando mis pasos se desvíen; enséñame, cuando necesite orientación; levántame, cuando mis pies tropiecen; consuélame en la aflicción; protégeme cuando esté en peligro y nunca permitas que me duerma en la tibieza o me deje seducir por una vida carnal o ajena al plan de Dios para mí. Amén.
Habla al Mundo es un servicio de difusión de la Divina Misericordia que brinda espiritualidad, formación y capacita Apóstoles de la Divina Misericordia.
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Jesús, en Vos confío
