Evangelio
Cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!”.
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten piedad de mí!”.
Jesús se detuvo y dijo: “Llámenlo”.
Entonces llamaron al ciego y le dijeron: “¡Animo, levántate! El te llama”.
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia El. Jesús le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El le respondió: “Maestro, que yo pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”.
En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.
San Marcos 10, 46-52
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Vivimos en peligro de ser engañados por el demonio, por el mundo y por nuestra propia carne.
Por eso debemos suplicar “Señor, que yo pueda ver”. Porque, de otra manera, podemos olvidar o descuidar que estamos en esta vida solamente para alcanzar la otra, la eterna, y a la que se accede por la puerta estrecha.
Este milagro nos dice que supliquemos no perder esa luz de los ojos. Muchos se ciegan a sí mismos porque no quieren aceptar la crisis tan dura en que está la Iglesia y tener que actuar con la debida responsabilidad.
Propósito del día
Procuraré algún tema edificante en la mesa o reunión familiar (quizás
mostrar alguna parte de una película de santos, o católica).
Santos del día: san Evaristo, papa y mártir
Griego de nacimiento, fue el cuarto papa de la Iglesia y el primero de origen griego. Estableció la celebración del matrimonio cristiano público con la bendición del sacerdote.
Cuando Trajano prohibió las reuniones nocturnas y desató una cruel persecución contra los cristianos, Evaristo fue martirizado, en el 117.
Liturgia del día
30º Domingo durante el año. Verde.
Segunda semana para el Salterio.
Reflexión para las tres de la tarde
El Cireneo ve el encuentro entre Jesús y su Madre y conmovido toma la Cruz para que María pueda abrazar a su Hijo, pero no puede ni siquiera besarlo porque esto significaría más dolor a su carne lacerada.
Llamados a la santidad
Frases de santa Teresita de Lisieux
“En lugar de desanimarme, me he dicho a mímisma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad.”
“¡Cuántas almas llegarían a la santidad si fuesen bien dirigidas…! Sé muy bien que Dios no tiene necesidad de nadie para realizar su obra. Pero así como permite a un hábil jardinero cultivar plantas delicadas y le da para ello los conocimientos necesarios, reservándose para Sí la misión de fecundarlas, de la misma manera quiere Jesús ser ayudado en su divino cultivo de las almas.”
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Jesús, en Vos confío
