Evangelio
En aquellos días: María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?. Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
San Lucas 1, 39-45
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
La augusta Madre de Dios y Reina de Cielos y tierra se apresura a servir a una mujer anciana y parturienta. Fue y es así porque la Caridad que la habitaba e inflamaba, siempre por su profundísima humildad, la hacía tener en mayor importancia las necesidades ajenas que las propias. No se quedó mirándose y diciéndose: “soy la Madre de Dios, todos me deben servir”, sino que miró los hijos que Dios le daba y de los que la hacía Madre y fue a socorrerlos. Dejemos de mirarnos y exigir nuestros “derechos”… sirvamos y refugiémonos en su Inmaculado Corazón.
Propósito del día
No diré palabras groseras y si oigo alguna
repararé por ella diciendo: “Señor, te amo”.
Santos del día: san Temistocles, pastor mártir
Vivió en Mira, Turquía, en el siglo III, en la época de la persecución de Decio. Se declaró cristiano y se ofreció espontáneamente en lugar de san Dióscoro, a quien buscaba la autoridad romana para matarlo. Lo sometieron al potro, lo arrastraron por las calles y apalearon, y así consiguió la palma del martirio.
Liturgia del día
Feria. Morado / [San Pedro Canisio, presbítero
y doctor de la Iglesia] / Lecturas: Cant 2, 8-14
o bien Sof 3, 14-18a/ Sal 32, 2-3.11-12.20-21
Reflexión para las tres de la tarde
Mientras apresan a Jesús, otros le injurian y le hieren, y el inocente Cordero se deja maniatar y herir a gusto de los verdugos ; no pretende huir, ni pide socorro, ni se lamenta de tantos ultrajes recibidos.
Ella nos prepara para la Venida del Salvador
Himno mariano de Adviento
Virgen del
Adviento,
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del Cielo la puerta.
Madre de los
hombres,
de la mar estrella,
llévanos a Cristo,
danos sus
promesas.
Eres,
Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la
esclava,
del mundo
la reina.
Alza nuestros ojos
hacia tu belleza,
guía nuestros pasos
a la vida eterna.
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Jesús, en Vos confío
