Evangelio
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase.
El lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: “¿Ves algo?” Empezó a distinguir y dijo: “Veo hombres; me parecen árboles, pero andan”. Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía con toda claridad. Jesús lo mandó a casa, diciéndole: “No entres siquiera en la aldea”.
San Marcos 8, 22-26
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
El Señor nos retira del mundo para que no veamos según el mundo sino según El, con sus ojos, con su mirada. Nuestra alma, más que nuestros ojos, debe ser curada. Cuanto menos amor tenemos a Jesucristo, más borroso vemos al prójimo (según simpatías, conveniencias, etc.), pero cuando su amor se ha encendido en nuestra alma, vemos al prójimo como corresponde: hombres creados para la vida eterna, dignos de Dios, con un alma que debe ser salvada. No tengamos una mirada sentimental o utilitarista.
Propósito del día
Reduciré notablemente mi tiempo en “las pantallas”
(teléfono, tablet, computadora) para orar más.
Santos del día: beata Isabel Picenardi
En Mantua, en Lombardía, habiendo revestido el hábito de la Orden de los Siervos de María, se consagró a Dios en su casa paterna. Recibía frecuentemente la Eucaristía y se dedicaba a la celebración de la Liturgia de las Horas y meditación de las Sagradas Escrituras. Era muy devota de la Santísima Virgen. Murió en 1468.
Liturgia del día
Feria. Verde.
Lecturas: Gn 7, 6-7; 8, 6-13.20-22 / Sal 115, 12-15.18-19
Reflexión para las tres de la tarde
Los soldados vieron que las plantas de los pies de Jesús estaban sanas. Entonces comenzaron a flagelarle allí. Jesús tenía carne viva en sus pies y ya no podía ni apoyarse en el suelo.
Custodio del Hijo y de su Cuerpo, la Iglesia
Himno a San José
Custodio providente
y fiel del Hijo,
amor junto al Amor
doquier presente,
silencio del que ve la
gloria inmensa
de Dios omnipotente.
Esposo enamorado
de la Virgen,
la mente ante el
misterio reclinabas,
rosal inmaculado
que florece,
es obra del Señor
a quien amabas.
Callada voluntad
en Dios perdida,
amor hecho mirada
de confianza,
fiel en el trabajo
y en la prueba,
provéenos de amor
y de esperanza.
Protege la asamblea
de los justos,
reunidos en la fe,
cuerpo de Cristo;
sé padre que nos lleve
a nuestro Padre,
amor del gran Amor
que nos da el Hijo.
Amén.
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Jesús, en Vos confío
