Evangelio
Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: “¿Cuánto me darán si se lo entrego?”. Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: “¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?” El respondió: “Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: ‘El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos’”. Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará”. Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno:
“¿Seré yo, Señor?” El respondió: “El que acaba de servirse de la misma fuente que Yo, ese me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de El, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdrá no haber nacido!”.
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: “¿Seré yo, Maestro?”
“Tú lo has dicho”, le respondió Jesús.
San Mateo 26, 14-25
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Con cada tentación realizamos el mismo posible comercio: ¿cuánto placer, éxito, etc., me das si te lo entrego? Y expulsamos a Dios de nuestra alma, si cometemos pecado mortal, y luego el demonio o nuestra propia carne se nos burla dejándonos pobres y miserables. Y el Señor nos sigue amando a la espera de que volvamos a El. El ya conoce nuestras miserias e igualmente nos ama. Devolvámosle amor en esta Semana Santa.
Propósito del día
Adelantaré tareas pendientes para estar libre para participar de los
oficios de Semana Santa.
Santos del día: san Magno, mártir
En Escocia, Magno era príncipe de las Islas Orcadas, y sintiendo la voz de
Dios, abrazó la fe cristiana y, al tener dificultades con el rey de Noruega por acusaciones que se le habían hecho, se presentó desarmado ante su colega en el gobierno para firmar la paz. Fue, en ese momento, asesinado traicioneramente en 1116.
Liturgia del día
Miércoles Santo. Morado.
Lecturas: Is 50, 4-9a / Sal 68, 8-10.21-22.31.33-34
Reflexión para las tres de la tarde
Variedades (poner el título que lleva en el almanaque)
Al final
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Jesús, en Vos confío