Solemos pensar que las almas del Paraíso nos ayudan de acuerdo a lo que sentimos o si nos acordamos de ellas, pero no, nos auxilian siempre por el amor que ellos nos tienen.
D 448 – Día de san Ignacio. Recé fervorosamente a este santo reprochándole, ¿cómo podía mirarme y no venía en ayuda en las cuestiones tan importantes como lo es el cumplimiento de la voluntad de Dios? Le decía a este santo: oh patrono nuestro, que has sido inflamado por el fuego del amor y del celo por la mayor gloria de Dios, te ruego humildemente, ayúdame a cumplir los designios de Dios. Fue durante la Santa Misa. Entonces al lado izquierdo del altar vi a san Ignacio con un gran libro en la mano, diciéndome estas palabras: “Hija mía, no soy indiferente a tu causa. Esta regla se puede aplicar también a esta Congregación”, indicando el libro con la mano desapareció. Me alegré muchísimo viendo cuánto los santos piensan en nosotros y lo estrecha que es la unión con ellos. Oh Bondad de Dios, qué bello es el mundo interior porque ya aquí en la tierra nos relacionamos con los santos. Durante el día entero sentí la cercanía de este querido patrono mío.
Habla al Mundo es un proyecto de formación y difusión de la Divina Misericordia.
Para ser parte de esta obra Evangelizadora, podés sumarte a nuestros grupos de WhatsApp o contáctanos: www.linktr.ee/hablaalmundo
Jesús en vos confío