Evangelio
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!” Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a Mí, Yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió “Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”. San Juan 20, 19-23
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Nuestro Dios es un Dios de paz. Sí, la Paz con mayúscula
que trae Dios. Que es muy distinta de la paz con minúscula
que sólo son momentos tranquilos aunque vivamos como si
Dios no existiese. Esa paz se derrumba fácil, es una casa sobre
arena. La Paz del Espíritu Santo es la que brota de labios
y del costado de Cristo en este Evangelio y que nos trae la
reconciliación con Dios Padre. Nada más en el mundo puede
llenarnos de tanta verdadera Paz.
Propósito del día
Ofreceré la Santa Comunión de hoy por los consagrados, para que
el Espíritu Santo sea quien obre y hable a través de ellos.
Santos del día: San Jacobo Berthieu, sacerdote
Vivió en Ambiatibé, Madagascar, eingresó en la Compañía de Jesús, ordenándose
sacerdote. Trabajó incansablemente por el Evangelio, siendo tres
veces expulsado de las misiones; hasta que un día quisieron obligarlo a la
apostasía, y al negarse fue martirizado y pisoteado hasta la muerte, en 1896.
Liturgia del día
Pentecostés. Solemnidad. Rojo
Reflexión para las tres de la tarde
Jesús en el Huerto vio todas las bofetadas,
los azotes, las espinas, los clavos y
los ultrajes que iba a padecer, y con insaciable
Amor se abrazó a todos ellos con el
deseo infinito de su Misericordia.
Ven, Espíritu Santo
De la secuencia de hoy (traducción y adaptación)
Ven, dulce Huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre, si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Reparte tus siete Dones, según la fe de tus siervos;
por tu Bondad y tu Gracia, dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
Habla al Mundo es un servicio de difusión de la Divina Misericordia que brinda espiritualidad, formación y capacita Apóstoles de la Divina Misericordia.
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Jesús, en Vos confío