Evangelio
En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: “Jamás se vio nada igual en Israel”. Pero los fariseos decían: “El expulsa a los demonios por obra del príncipe de los demonios”. Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha”. San Mateo 9, 32-38
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Con mucha pena habrá visto el Señor no sólo a la gente como ovejas sin pastor, sino también el hecho de que los pastores eran pocos. Pocos, ¿por qué? Porque no es cuestión
de número sino de santidad, de calidad. Los consagrados tenemos una misión especial al ser trabajadores de la viña del Señor. Seremos buenos pastores si sentimos como
El al ver a su rebaño, si somos administradores de ese amor de pastor que Cristo tuvo al mirar a su pueblo como ovejas sin pastor.
Propósito del día
Dedicaré más tiempo a mi familia, y no tanto al celular.
Santos del día: Santa Gliceria, virgen y mártir
Era hija de un senador romano de Trajanópolis de Tracia en el siglo II. Al
confesar su fe en público, la obligaron a ofrecer sacrificios en un templo pagano de
Júpiter. Allí rompió la estatua de oro, y por ello la torturaron de distintas
maneras saliendo ilesa de todo. Al final la arrojaron a las fieras, pero murió antes de que la tocasen.
Liturgia del día
Feria. Verde.
Lecturas: Gn 32, 23-33/ S.R. 16, 1-3d.6-7.8b.15
Reflexión para las tres de la tarde
Pilato lavaba sus manos en un cuenco,
en señal de librarse de su problema, de
su cruz, pero en realidad estaba crucificando
a Cristo. Y el Señor sufría y sufre
por cada hombre que no carga su
cruz y lo crucifica.
El Escapulario del Carmen : Regalo de la Santísima Virgen María
La Santísima Virgen prometió a san Simón Stock, el 16 de julio de 1251: “El que
muera vestido de este Escapulario no sufrirá las penas del fuego eterno”.
El Escapulario es un riquísimo “obsequio del Cielo” que nos ha traído la misma
Santa Virgen María; y a cada uno le dice: “Perseverad llevando puesto devotamente
el santo Escapulario, porque es mi hábito. El hecho de andar vestido de este hábito
mío, significa que estáis continuamente pensando en Mí; y que Yo, a mi vez, siempre estoy pensando en vosotros; y ayudándoos en asegurar la vida eterna”.
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Jesús, en Vos confío
