Evangelio
Al enterarse de la muerte de Juan el Bautista, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, curó a los enfermos. Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos.” Pero Jesús les dijo: “No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos.” Ellos respondieron: “Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados.” “Tráiganmelos aquí”, les dijo. Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. San Mateo 14, 13-21
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Así es el corazón de Nuestro Señor: aun cuando está turbado por la muerte de san Juan Bautista, aun cuando sabe que le sobrevendrá una muerte más injusta y violenta,
aun cuando quiere estar solo… El se compadece de los demás. El es capaz de vivir y dar la vida por las necesidades más graves de los demás sin interesarle sus propios “derechos” y comodidades. El se compadece de nosotros, así es su misericordia aun cuando lo
crucificamos con nuestros pecados. Así debe ser la nuestra.
Propósito del día
Rezaré un misterio del santo Rosario por todos los sacerdotes,
especialmente por mi párroco.
Santos del día: San Juan María Vianney, presbítero
Conocido como el santo “Cura de Ars”, nació en un modesto hogar de labradores en Dardilly, Francia, en 1786. Hizo con gran dificultad sus estudios eclesiásticos y tras ser ordenado a los 30 años de edad, fue destinado a Ars. Convirtió su pequeña parroquia rural en un centro de conversión y encuentro con Dios a través de sus humildes prédicas y confesiones. Murió en 1859. NR: Es patrono de los sacerdotes.
Liturgia del día
San Juan María Vianney, presbítero. Memoria obligatoria.
Blanco / Lecturas: Núm 11, 4b-15 / S.R. 80, 12-17
Reflexión para las tres de la tarde
Mientras Jesús sufre amargamente por Judas, su Corazón se llena de alegría al
ver a su amado discípulo Juan, y no pudiendo contener más su amor, lo atrae
dulcemente hacia El y hace que apoye su cabeza sobre su Corazón.
Oración por los sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes.
María, Madre de los sacerdotes, ruega por ellos.
Dadnos, Señor, santas vocaciones sacerdotales y religiosas.
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Jesús, en Vos confío
