Evangelio
Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos. Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y El, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. De muchos salían demonios, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” Pero El los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías. Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero El les dijo: “También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado.” Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea. San Lucas 4, 38-44
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Al atardecer le llevaban al Señor enfermos que no podían ser vistos a la luz del día, según la costumbre de la época: lepra, malformaciones, enfermedades infecciosas… etc. Y El
curaba y consolaba. Así los hombres podemos tener determinados males físicos, morales, espirituales… ocultos, vergonzantes, negados, que de algún modo siguen siendo heridas
abiertas y sangrantes. Dejemos que ese oscurecer del atardecer de nuestro interior se ilumine con la claridad matutina que trae el amor de Cristo. Sepamos ponernos en sus
manos para sanar.
Propósito del día
Ayudaré en las labores de casa y lo ofreceré al Señor.
Santos del día: Santa Basilisa, niña mártir
En las persecuciones del año 300, con sólo 9 años de edad, fue apresada y sufrió diferentes flagelos, saliendo siempre fortalecida. El juez Alejandro mandó que la decapitaran.
Al ser llevada, la niña se arrodilló en una piedra, juntó sus manitas e hizo una breve oración, y murió dulcemente, sin padecer la espada. NR: Alejandro, impresionado, se convirtióhaciéndose bautizar.
Liturgia del día
San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia.
Memoria obligatoria. Blanco.
Lecturas: Col 1, 1-8 / S.R. 51, 10-11
Reflexión para las tres de la tarde
Pedro sacó su espada y cortó la oreja a Malco, pero Jesús lo corrigió con amor y,
tomando la oreja del soldado, se la colocó de nuevo, y en ese acto de amor reparaba
por todos aquellos que con excesivo celo pecan de imprudencia.
Ser, más que tener Frases de san Gregorio Magno, papa
No te preocupes por lo que tienes, sino por lo que eres.”
“Nadie hace más daño en la Iglesia que quien tiene el título
o rango de santidad y actúa perversamente.”
“El que te da el día también te dará las cosas necesarias para
el día.”
“Las Sagradas Escrituras crecen con quien las lee.”
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Jesús, en Vos confío
