Evangelio
Junto con Jesús iba un gran gentío, y El, dándose vuelta, les dijo: “Cualquiera que venga a Mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: ‘Este comenzó a edificar y no pudo terminar’. ¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil? Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” San Lucas 14, 25-33
Ver Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Era el sueño de todo predicador de entonces y de los “Youtubers/ Tiktokers/Instagramers” católicos de hoy: tener una muchedumbre de “seguidores”. Pero Jesús no era de tener estos “sueños”, El no reposa en lo superficial. El ve el corazón y pide fidelidad a la Cruz. Su éxito es la Cruz, no la multitud. Sus discípulos lo son realmente por la renuncia de sí mismos, y no por el éxito de sí mismos. Miró el Señor a los ojos a todos, a ti y a mí… ¿quieres ser realmente discípulo? ¿o te perderás en las vanidades?
Popósito del día
Evitar juzgar o criticar, recordando que sólo Dios conoce los corazones, orar al Señor para tener un corazón semejante al suyo.
Santos del día: Santo Domingo Mau, mártir
Sacerdote dominico que, en la persecución del emperado Tu Duc, llevaba la corona del rosario públicamente y exhortaba a los fieles a profesar la fe, por ello lo arrestaron y llevaron para ser decapitado. Murió con las manos juntas como dirigiéndose hacia el altar,
en Vietnam, en 1858.
Liturgia del día
Feria. Verde. Lecturas: Rom 13, 8-10 / S.R. 111, 1-2.4-5.9
Reflexión para las tres de la tarde
Llegando a donde estaba Pilato, María y Juan seguían a Jesús, y cuando El se acercó, María no pudo contenerse y dijo: “¡Ay! Es mi amado Hijo. ¡Oh, mi Jesús!”. Jesús miró a su Madre y a Juan con gran amor.
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