Nada nos da más paz que la unión íntima con Jesús.
454 – En cierta ocasión el Señor me dijo: “Hija mía, toma las gracias que la gente desprecia; toma cuantas puedas llevar”. En aquel instante mi alma fue inundada del amor de Dios. Siento que estoy unida al Señor tan estrechamente que no encuentro palabras con las cuales podría expresar bien esta unión; siento que todo lo que Dios tiene, todos los bienes y los tesoros, son míos, aunque me ocupo poco de ellos, ya que me basta solamente El.
En El veo todo, fuera de El, nada. No busco la felicidad fuera de mi interior donde mora Dios. Gozo de Dios en mi interior, aquí vivo continuamente con El, aquí existe mi relación más íntima con El, aquí vivo con El segura, aquí no llega la mirada humana. La Santísima Virgen me anima a relacionarme así con El.
455 – Ahora ya no me da amargura cuando padezco un sufrimiento, ni tampoco las grandes consolaciones me exaltan; se han adueñado de mí la paz y el equilibrio del espíritu que proviene del conocimiento de la verdad.
¿Qué me importa vivir rodeada de corazones enemigos, si tengo la plenitud de la felicidad en mi alma? O también, ¿a qué me ayudará la bondad de otros corazones, si no tengo a Dios en mi interior? Teniendo a Dios en mi interior, ¿quién puede perjudicarme de algún modo?
Habla al Mundo es un proyecto de formación y difusión de la Divina Misericordia.
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Jesús, en Vos confío