Evangelio
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.
Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más”. Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.
San Lucas 19, 1-10
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Suele pasar que quienes no se atreven a vencerse y amar más a Cristo se molestan cuando ven a alguien valiente en su amor a Jesucristo y pisotea el “qué dirán”. Entonces lo acusan de exagerado, fanático religioso, etc. No soportan ver encendido el fuego que ellos apagaron.
¡Cuántos querrían haber recibido a Cristo en su hogar!… pero se contentaron con sentirse seguros murmurando porque fue a casa de Zaqueo.
No seamos cobardes en nuestro amor a Cristo. El mundo no vale nada.
Propósito del día
Anotaré, en alguna agenda o cuaderno personal, tres aspectos de mi
persona para corregirme en lo malo, y no decaer en lo bueno.
Santos del día: santa Isabel de Hungría
Hija del rey de Hungría, Andrés II, estaba casada con el duque de Turingia y socorría con sus bienes a los pobres. Al morir su esposo la expulsaron del palacio con sus pequeños hijos, vivió un año como pordiosera y fue restituida al palacio. Desde entonces vistió el hábito franciscano y cuidó leprosos en un hospital. Murió a los 24 años de edad, en 1231.
Liturgia del día
Santa Isabel de Hungría. Blanco. Memoria obligatoria.
Lecturas: Ap 3, 1-6.14-22/ Sal 14, 2-4b.5
Reflexión para las tres de la tarde
El mal ladrón comienza a insultar a María, pero Dimas (el buen ladrón la defiende), la muchedumbre se burla y ríe despiadadamente y Jesús exclama sus primeras palabras: “¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!”.
Lléname de Ti, Señora
Himno a María Medianera de la Gracia
Llena de rosas mi herida,
llena de estrellas mis ojos,
llena de paz mis abrojos,
llena de gracia mi vida
y, de esplendor revestida,
ven a mí en la última hora,
a cerrar, Consoladora,
mis ojos, fijos en Ti
y, vaciándome de mí,
lléname de Ti, Señora. Amén.
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Jesús, en Vos confío
