Evangelio
Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, él tomó la palabra y les dijo: “Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego”.
Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús.
Y mientras estaba orando, se abrió el cielo y el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.
San Lucas 3, 15-16.21-22
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Cuánta humildad del Salvador.
Siendo Inmaculado se inclina a ser purificado; siendo Dios y hombre se abaja ante un simple hombre; siendo tres veces Santo, se somete a san Juan Bautista. Así es nuestro Dios, humilde como un niño, manso como cordero… Y a nosotros nos cuesta tanto arrodillarnos para confesarnos sinceramente y durante la consagración en la Misa. Nos cuesta tanto perdonar las ofensas y pedir perdón… como si no fuéramos sus discípulos.
Propósito del día
No consentiré pensamientos malos de nadie y excusaré siempre
lo que me parece que otros hacen mal.
Santos del día: san Bernardo de Corleone
Italiano nacido en Palermo, en 1605, de una buena formación religiosa y moral. Ingresó a los capuchinos, donde se distinguió por su humildad, obediencia y austeridad. Ejerció tareas domésticas, atendía a los enfermos y una gran cantidad de trabajos.
Murió en 1667.
Liturgia del día
El Bautismo del Señor. Blanco. Fiesta.
Termina el Tiempo de Navidad.
Reflexión para las tres de la tarde
Los verdugos comienzan a preparar los flagelos y uno por uno van y le muestran a Jesús los instrumentos de su tortura. El Señor tiembla, pero esto no da ni lástima a un feroz verdugo que lo azota en el rostro.
Revelación Trinitaria
Himno al Bautismo del Señor
A la orilla del Jordán, donde Juan cumple su ministerio,
el Creador del universo, en este día,
penetrando en esas aguas, las purifica.
No pretende limpiarse,
el que había nacido de las entrañas de la Virgen,
sino borrar, en su Bautismo, los pecados de los hombres.
Mientras el Espíritu Santo, desde el Cielo,
se manifiesta en forma de Paloma,
se oye la voz del Padre que dice: “Este es mi Hijo, el Amado”.
En esta gran teofanía, resplandece la salvación para la Iglesia;
el Dios Uno, por Quien fueron hechas todas las cosas,
se revela, ahora, Trino en Personas.
Desde el Cielo, el Padre y el Espíritu Santo
proclaman tu Divinidad: y nosotros, Señor,
te glorificamos, a Ti, que eres la Verdad y la Vida. Amén.
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Jesús, en Vos confío
