Evangelio
Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: “Padre, ha llegado
la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique
a Ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres,
para que El diera Vida eterna a todos los que Tú les has dado.
Esta es la Vida eterna: que te conozcan a Ti, el único
Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que
me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a Ti, con la
gloria que Yo tenía contigo antes que el mundo existiera.
Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para
confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron
fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado
viene de Ti, porque les comuniqué las palabras que Tú
me diste: ellos han reconocido verdaderamente que Yo salí
de Ti, y han creído que Tú me enviaste.
Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los
que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo
lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy
más en el mundo, pero ellos están en él; y Yo vuelvo a Ti”.
San Juan 17, 1-11a
Video con reflexión del evangelio del día a cargo del Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Jesús levanta los ojos al Cielo. Los
apóstoles aprenden que por detrás de
este simple gesto hay algo más. Algo
tan importante que surcó los siglos, algo
tan necesario que permaneció en
una parte de la Misa, algo tan suyo que
cautiva a imitarlo. Significa elevar
nuestros ojos con El, mirar al Padre, ir
a lo alto, siempre y en todo lo que somos
y hacemos. Significa no conformarnos
con lo terreno, con lo que hacen
los otros, sino con Aquel a quien
miramos al levantar los ojos al Cielo.
Propósito del día:
No comeré nada entre las comidas principales del día.
Santos del día: san Carlos Lwanga y compañeros
Entre 1886 y 1887, el rey de Uganda decret la muerte de los cristianos del país
y el primero de los mártires fue Carlos, con sus compañeros de
los Misioneros de África, que evangelizaban en el s.
XIX. Al negarse a dejar su fe en Cristo los mataron en 1886.
Liturgia del día:
San Carlos Lwanga y compañeros, mártires. Memoria
obligatoria. Rojo.
Lecturas: Hch 20, 17-27 / S.R. 67, 10-11.20-21
Reflexión para las tres de la tarde
El Señor, al fin de su vida, quiso darnos un gran ejemplo de humildad y una
muestra señaladísima de su infinito Amor, y entonces se puso a lavar los pies
de sus apóstoles y mientras hacía esto les manifestaba su Misericordia.
Habla al Mundo es un servicio de difusión de la Divina Misericordia que brinda espiritualidad, formación y capacita Apóstoles de la Divina Misericordia.
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Jesús, en Vos confío
