‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: ‘Voy, Señor’, pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?” “El primero”, le respondieron. Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al
Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio,
los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”. San Mateo 21, 28-32
Reflexión del Evangelio
Pbro. Germán Saksonoff, co.
La gran trampa: creernos buenos al decir “sí, voy”, pero luego no dar un paso en nuestra conversión ni mucho menos para trabajar en la viña del Señor. Muchos laicos se sienten con derecho a disfrutar la vida y piensan que sus cruces los justifican para no hacer apostolado; y cuando un laico fervoroso que hace apostolado, lo tildan de fanático, exagerado, etc… Trabajar en la viña del Señor es preocuparse por la urgentísima necesidad espiritual de los demás.
Propósito del día
Me dispondré a hacer un examen de conciencia del mes que pasó y modificar lo que deba.
Santos del día
San Bavón, monje
Vivió en Bélgica y al morir su esposa, dejó todo y acompañó a san Amado en sus viajes de evangelización. Después vivió como ermitaño en un árbol hueco en Gante (Bélgica), en el monasterio de San Pedro (llamado en su honor de San Bavón). Murió en el 653.
Liturgia del día:
26º Domingo durante el año. Verde.
Segunda semana para el Salterio.
Reflexión para las tres de la tarde
Los padecimientos de Cristo en su camino al Calvario partieron desde la Torre Antonia, el cuartel desde el que los soldados romanos vigilaban la ciudad. Fue allí donde Jesucristo recibió la condena a muerte, una condena sin juicio, basada sólo en la opinión del pueblo enardecido y mentalizado.
La misión de la familia
Frases del santo Cura de Ars
“Padres y madres, jamás debéis dejar que vuestros hijos pierdan el fruto del Bautismo; ¡cuán ciegos y crueles seríais! La Iglesia acaba de salvarlos mediante el Bautismo, y ¿vosotros, con vuestra negligencia, los restituiríais al demonio? ¡Pobres hijos!, en qué manos tuvisteis la desgracia de caer!”.
“¡Dios mío!, si los padres y madres de nuestros días tuviesen la suerte de ser santos. ¡Cuán mayor número de hijos tendrían entrada en el Cielo! ¡Cuántos hijos menos para el Infierno!”.
“Instruir a los hijos: esto es, enseñarles a conocer a Dios y a cumplir sus deberes; corregirlos cristianamente, darles buen ejemplo, dirigirlos por el camino que conduce al Cielo, siguiéndolo también vosotros mismos.”
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Jesús, en Vos confío
