Evangelio
En aquel tiempo: Uno de los invitados le dijo: “¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!” Jesús le respondió: “Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: ‘Vengan, todo está preparado’. Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: ‘Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes’.
El segundo dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes’. Y un tercero respondió: ‘Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir’. A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: ‘Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos’.
Volvió el sirviente y dijo: ‘Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar’. El señor le respondió: ‘Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena’”. San Lucas 14, 1a.15-24
Audio con reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
Nada puede limitar la generosidad y misericordia de Dios. Pero sí podemos privarnos libremente de ellas. El amor de Cristo es así: sobreabundante, festivo, gratuito y viene a buscarnos (ni siquiera tenemos que salir a encontrarlo). Pero, por obra del demonio y del pecado, nos privamos de El. Sí, sí, con grandes y razonables excusas… pero poniendo a Dios por debajo de nuestras “grandes” preocupaciones. ¡Cuánto perdemos por no seguir a Cristo.
Propósito del día
Haré mis tareas del hogar buscando estar en permanente oración.
Santos del día: San Baldo, obispo
Vivió en el siglo VI; tenía esposa e hijos y, al enviudar, se dedicó a la vida de iglesia y fue elegido obispo en el año 546. Distribuyó entre los pobres todas las riquezas del obispo anterior. Murió en torno al año 552.
NR: Fue el decimosexto obispo de Tours.
Liturgia del día
Bienaventurada Virgen María, Madre y Medianera de la Gracia. Memoria obligatoria. Blanco.
Lecturas: Rm 12, 5-16a/ Sal 130, 1-3
Reflexión para las tres de la tarde
Jesús carga con la Cruz. Las gentes de Jerusalén y los forasteros venidos para la Pascua se agolpan por las calles de la ciudad, para ver pasar a Jesús Nazareno, el Rey de los judíos. Hay un tumulto de voces; y a intervalos, cortos silencios. Cristo fija los ojos en algunos.
Todo lo concede, si Ella suplica
Himno a María Medianera de todas las gracias
Abierto su Costado por los hombres,
con su Muerte nos engendró a la vida
y lavó nuestras culpas con preciosa Sangre divina.
¡Oh, piélago inexhausto de bondades!
¡Oh, río que el pecado purifica!, de dónde fluyen por sus siete fuentes
salud y vida. Más ¿quién implora por los salvados?
¿Quién los lleva hasta las fuentes? María, escala ante la Escala,
Jesucristo, Agua de vida. Cuantos bienes y gracias Jesucristo
nos mereció, repártelos, María. Y todo lo concede, afable, el Hijo,
si Ella suplica. ¡Oh, por eternidades te cantamos,
tres veces Santo, Trinidad beatífica: que te alaben la mente, las palabras y melodías!
Amén.
Habla al Mundo es un proyecto de formación y difusión de la Divina Misericordia.
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Jesús, en Vos confío