Evangelio
Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía allí, y El les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. El se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se sentaron a comer con El y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos: “¿Por qué come con publicanos y pecadores?”. Jesús, que había oído, les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
San Marcos 2, 13-17
Audio con reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio. Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Muchos publicanos y pecadores se sentaban a comer con Jesús. Es una realidad, así lo hacía el Señor. Lamentablemente muchos hoy utilizan esta revelación para consentir la convivencia, la naturalización con el pecado. Es decir, involucrarse con realidades donde se sostiene firmemente el pecado y la presencia del católico la termina consintiendo. Pero Jesús estaba rodeado de pecadores que estaban fascinados con su predicación de la verdad y de cómo ellos también querían lo que Jesús les proponía, querían ser lo que Jesús los invitaba a ser: sus discípulos convirtiéndose de todo pecado.
Propósito del día
Rezaré una decena del Rosario por los gobernantes de mi país
Santos del día: San Hilario, obispo y dr. de la Iglesia
Francés nacido en el 315, hijo de nobles gentiles. Cultivó las letras y la filosofía y se convirtió, siendo bautizado en el 345, y cinco años después fue obispo de Poitiers. Luchó contra la herejía arriana (que negaba la divinidad de Cristo), por lo que fue desterrado. Murió en el 367.
NR: Es el primer teólogo occidental que interpretó el misterio de la Santísima Trinidad, para lo cual escribió doce libros.
Liturgia del día
Feria. Verde/ San Hilario, ob. y dr de la Iglesia. Memoria libre.
Blanco/ Lecturas: 1Sam 9,1-6.10.17-19; 10, 1a/ Sal 20, 2-7
Reflexión para las tres de la tarde
En el patio del pretorio, comienza el lúgubre ritual de la tortura. El rostro que se manifestó transfigurado en el Tabor, ahora está desfigurado.
¡Madre, no me desampares! De fray Luis de Granada, op
No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si Tú, Señora, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si Tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si Tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras,
¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes caer,
y si cayere, ayúdame a levantar.
¿Quién te llamó, Señora, que no le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le otorgases?
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Jesús, en Vos confío
