Evangelio
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: “Efatá”, que significa: “Abrete”. Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: “Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”.
San Marcos 7, 31-37
Audio con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Para poder oír a Dios, para poder hablar lo importante y hablar bien con Dios, es necesario ciertas veces “ir a un lugar retirado”. Sí, como hizo Jesús con el sordomudo. Ser llevados aparte, al silencio, fuera de lo cotidiano, una iglesia pacífica, un campo, un retiro… “desenchufarse” por fuera y por dentro de tantas necesidades reales y ficticias. Porque
cuando se oye a Dios, todo cambia, cuando se habla con El todo mejora.
Propósito del día
Me abstendré de comer algo que me agrade y lo ofreceré por los enfermos de cuerpo y alma.
Santos del día: san Rainaldo de Nocera, obispo
Monje camaldulense en Fonte de Avellana, elegido obispo de Nocera (Umbría). Dio un alto ejemplo de responsabilidad pastoral, y no dudó en excomulgar a los profanadores de la iglesia de un pueblo; también socorría a los pobres y necesitados. Siguiendo su vocación monástica, hacía ayunos, vigilias y oraciones. Murió en 1217, ya con fama de santidad.
Liturgia del día
Feria. Verde.
Lecturas: 1Re 11, 29-32; 12, 19/ Sal 80, 10-11ab.12-15
Reflexión para las tres de la tarde
Jesús es juzgado por Pilato. Es romano, racional, analítico. Para él todo es relativo. Quiere permanecer equidistante. Realmente, salvo él, nada le importa nada. Cree que en unos días nadie se acordará de este nazareno.
Supremo tesoro. De los escritos de los santos
“El recuerdo de la Pasión Santísima de Jesucristo y la meditación de sus virtudes… conducen al alma a la unión íntima con Dios, al recogimiento interior y a la contemplación más sublime.” San Pablo de la Cruz. “Hija mía, cada vez que el alma piensa en mi Pasión, se acuerda de lo que sufrí, o me compadece, se renueva en ella la aplicación de mis penas, surge mi Sangre para inundarla y mis llagas se ponen en camino para sanarla si está llagada o para embellecerla si está sana, y todos mis méritos también, para enriquecerla.” El Señor a la sierva de Dios Luisa Piccarretta. “La Pasión de Jesucristo es la obra mayor y más maravillosa del Amor de Dios.” San Pablo de la Cruz. “Oh Jesús mío, ¿cómo has podido hacer tanto bien al que tanto mal te ha hecho? Cuando considero que has expirado a causa de tormentos para obtenerme la amistad divina, y que yo, por culpa mía la he perdido tantas veces, quisiera morir de dolor. ¡Cuántas veces me haz perdonado y yo he tornado a ofenderte!” San Alfonso M. de Ligorio.
“En el inmenso océano de la Pasión de Jesucristo el alma cristiana pesca las perlas preciosas de todas las virtudes y hace suyos los padecimientos de su amado Bien.” San Pablo de la Cruz
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Jesús, en Vos confío
