Evangelio
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde Yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre”.
San Juan 12, 24-26
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
Nuestra tendencia, incrementada por la cultura revanchista actual, nos lleva a encontrar una falsa respuesta en la venganza, en la demostración de poder sobre los demás, en la vanidad de aparentar para que los otros piensen más y mejor de mí y no me agredan. Pero el Señor hoy, y eternamente, invita a lo contrario: el grano de trigo debe “morir” para vencer, el cristiano sólo vence de la mano del Señor paciente, humilde, orante y perseverante.
Propósito del día
Haré un sacrificio personal, oculto, y lo ofreceré por los diáconos,
para que ejerzan santamente su ministerio.
Santos del día: san Lorenzo, mártir
Fue un diácono del siglo III a quien, en la persecución de Valeriano y luego de que el papa san Sixto fuera martirizado, le pidieron “los tesoros de la Iglesia”, pero los había repartido entre los pobres. Esto hizo enojar al prefecto, quien lo mandó matar. Murió cocido a fuego lento en una parrilla.
NR: Es patrono de los diáconos.
Liturgia del día
San Lorenzo, diácono y mártir. Rojo. Fiesta.
Lecturas: 2 Cor 9, 6-10/ Sal 111, 1-2.5-9
Reflexión para las tres de la tarde
Tomaron preso a Jesús atándole dos sogas, una en las muñecas, que las lacera y se va cerrando con su áspero roce; la otra, en la cintura, la cual comprime los codos contra el tórax, y oprime la parte alta del abdomen.
Servidores como Cristo
Oración por los diáconos
Dios y Padre Nuestro, fortalece con la gracia del Espíritu Santo a todos los diáconos de la Iglesia, para que desempeñen con fidelidad su ministerio, siguiendo los pasos de tu Hijo Jesucristo, “que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de una multitud” (Mc 10, 45). Te pedimos por las familias de los diáconos casados, para que sean auténticas “iglesias domésticas”, según el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, y de ella surjan vocaciones sacerdotales y religiosas. ¡Virgen María, Madre de la Iglesia, ruega por los ministros del Señor! ¡San Lorenzo, diácono y mártir, ruega por todos los diáconos!
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Jesús, en Vos confío
