Nació en Wilamowice, Polonia, en 1860. Estudió en el seminario de Cracovia. Recibió la ordenación sacerdotal en 1884. Por sus cualidades intelectuales fue destinado a perfeccionar sus estudios: en las universidades de Viena, Roma, París, y en la universidad Jaguellónica de Cracovia. Ya en su diócesis, se dedicó a la pastoral. Al año siguiente fue nombrado profesor de teología dogmática en la universidad de Lvov, donde llegó a ser rector.
León XIII lo nombró, el 17 de diciembre del año 1900, arzobispo metropolitano de Lvov de los latinos. Al tomar posesión de la archidiócesis presentó un programa pastoral muy claro, que sintetizó en la siguiente expresión:
«Darse en holocausto por la causa de la santa Iglesia». Se distinguió por su gran bondad de corazón, su comprensión, su humildad, su piedad, su laboriosidad y su celo pastoral, que brotaba de su gran amor a Dios y al prójimo.
Entre las cosas que consideraba fundamentales se hallaban el desarrollo del culto al santísimo Sacramento y la Comunión frecuente.
Para él los sacerdotes debían estar dedicados a la Eucaristía para poder alimentar al pueblo de Dios con el Cuerpo de Cristo.
Murió en Lvov el 20 de marzo de 1923. Fue sepultado en el cementerio de los pobres.
Fue beatificado por Juan Pablo II, en Lvov, el 26 de junio de 2001; canonizado el 23 de octubre de 2005, en la plaza San Pedro, Roma.