Evangelio
Jesús dijo a los fariseos: “Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir”. Los judíos se preguntaban: “¿Pensará matarse para decir: ‘Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir’?”.
Jesús continuó: “Ustedes son de aquí abajo, Yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, Yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: ‘Ustedes morirán en sus pecados’. Porque sino creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”.
Los judíos le preguntaron: “¿Quién eres Tú?” Jesús les respondió: “Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero Aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de El es lo que digo al mundo”.
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.
Después les dijo: “Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por Mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque Yo hago siempre lo que le agrada”.
Mientras hablaba así, muchos creyeron en El.
San Juan 8, 21-30
Video con reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
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Reflexión del evangelio Pbro. lic. Mauro Carlorosi, co.
El católico no es de este mundo. El que es de este mundo corre serio peligro de morir en su pecado… ¿Y qué es ser de este mundo?. Es darle el corazón a las cosas materiales, a los sentimientos y pasiones, es no rezar bien y vivir como si Dios no importara tanto. ¿Qué es morir en el propio pecado? Es morir en pecado mortal y elegir rechazar a Dios eternamente. Es el Infierno, la coronación del propio capricho.
“Yo no soy de este mundo” te dice Cristo… ¿Harás como El?
Propósito del día
Me comprometeré a servir a los demás.
Santos del día: beato Domingo del Santísimo Sacramento
Era el primogénito de 11 hermanos e ingresó a la Orden de los trinitarios. Deseaba ser misionero, pero en 1926, se enfermó de tuberculosis y murió en 1927.
Liturgia del día
Feria. Morado.
Lecturas: Núm 21, 4-9 / Sal 101, 2-3.16-21
Reflexión para las tres de la tarde
Saliendo del atrio de Caifás, Juan, que temía que las noticias de Jesús llegaran de manera dolorosa a la Santísima Virgen, se le acerco a Jesús y le dijo: “Señor, Tú sabes por qué me marcho”. Ese momento llenó de gran tranquilidad el Corazón del Señor.
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Jesús, en Vos confío
