Evangelio
Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, lo trajeron a Jerusalén para presentarlo al Señor. Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El Niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con El. San Lucas 2, 22.36-40
Ver video con reflexion del Evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff, co.
Atendamos al gran ejemplo de la profetisa Ana. Vivió en austeridad y penitencia, consciente de la poquedad de las satisfacciones pasajeras de esta vida, y así vivió para Dios y pudo verlo hecho hombre. Todo el placer que tenemos en las cosas creadas; toda
la seguridad que esperamos que nos dé el prójimo, el dinero o la salud; todas las alegrías que pedimos a pequeñas criaturas; todo esto se desvanece ante el Nacimiento de Cristo. Pero para muchos aquello es la causa de su condenación.
Popósito del día
Agradecer por el año que termina, escribiendo tres bendiciones recibidas. Rezar y agradecer en familia si es posible.
Santos del día: San Perpetuo de Tours, obispo
Fue obispo de Tours por varias décadas, y luchó mucho por propagar la fe, la disciplina
y regular los ayunos y vigilias. Dio todo cuanto tenía a los pobres y promovió la veneración de los santos. Murió en el 491.
Liturgia del día
Día 6º dentro de la Octava de Navidad. Blanco. Lecturas: 1 Jn 2, 12-17 / S.R. 95, 7-10
Reflexión para las tres de la tarde
Uno por uno, los soldados pasaban frente a Jesús coronado de espinas arrodillándose
e inventando burlas, mientras le decían: “Dios te salve, Rey de los judíos”, y lo escupían al Rostro con desprecio. Jesús pedía por sus conversiones.
Suspira por nosotros De Félix Lope de Vega
Este Niño celestial
tiene unos ojos tan bellos,
que se va el alma tras de ellos
como a un centro natural.
No se dejaba mirar
envuelto en nubes y velos;
ahora -entre pajas y hielosse
deja ver y tocar.
¡Y cómo mira a los que son
la causa porque suspira!
Con unos ojuelos mira
que penetra el corazón.
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