Evangelio
Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús.
Al ver su fe, Jesús le dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: “¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?” Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Tus pecados están perdonados’, o ‘Levántate y camina’? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa”.
Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: “Hoy hemos visto cosas maravillosas”.
San Lucas 5, 17-26
Audio con reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
Reflexión del Evangelio
Pbro. Germán Saksonoff, co.
Nuestro Señor Jesucristo vino para perdonar los pecados por su Sangre. En previsión a su Pasión obró todo cuanto hizo por toda la humanidad. Ya el hacerse hombre es fuente de mérito infinito, pero El quiso mostrarnos su amor hasta el extremo. ¿De qué servirían millones de milagros físicos si no se nos perdonaran los pecados, si nos condenáramos eternamente? La Navidad tiene el mismo fin: viene para perdonar los pecados, ¿qué haces “festejando” la Navidad en pecado?
Propósito del día
Prepararé un rincón especial con un pequeño altar junto al pesebre para rezar cada noche.
Santos del día
San Dámaso I, papa
Primer papa de habla hispana elegido en el 366. Encargó a san Jerónimo la traducción latina de la Biblia, conocida como “La Vulgata”. Levantó la Basílica de San Lorenzo y convocó el II Concilio de Constantinopla, donde salió la fórmula oficial del Credo. Con 80 años murió en el 384.
NR: Apoyó enérgicamente a san Ambrosio en su lucha contra el arrianismo en Milán.
Liturgia del día
Feria. Morado/ San Dámaso I, papa. Blanco. Memoria libre
Lecturas: Is 35, 1-10/ Sal 84, 9ab.10-14
Reflexión para las tres de la tarde
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Todos quedaron mudos ante estas Palabras, muchos de ellos estremecidos por el impacto, acababan de reconocer ante Quién se encontraban.
¡Oh Sol naciente del Padre!
Himno de Adviento
¡Oh Sol naciente del Padre,
que traes misericordia,
divina fuente del gozo
que dentro del Cielo brota!
El orbe por Ti nacía,
al alba de nuestra historia;
eres Palabra enviada
que en los profetas reposa.
En el seno de María
eres la Gracia preciosa,
oh hermosura de Dios,
oh Hijo que en Sí transforma.
Lava el pecado del mundo
por tu Venida en Persona;
planta el amor de tu Espíritu
por tu Sangre redentora.
Que el Día que nos prometes
nos manifieste tu Gloria,
oh Jesús, oh Parusía,
oh Tú, la esperanza toda.
A Ti, Señor, Bien de bienes,
a Ti, Luz esplendorosa,
a Ti, oh Hijo amoroso,
del Padre a Ti la corona. Amén.
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Jesús, en Vos confío
