Viaja unos días a la casa familiar para ver a su madre moribunda.
395. Al saber que mi madre estaba gravemente enferma y ya cerca de la muerte, y que me pidió venir porque deseaba verme una vez más antes de morir, en aquel momento se despertaron todos los sentimientos del corazón. Como una niña que amaba sinceramente a su madre, deseaba ardientemente cumplir su deseo, pero dejé a Dios la decisión y me abandoné plenamente a su voluntad; sin reparar en el dolor del corazón, seguía la voluntad de Dios. En la mañana del día de mi onomástico, 15 de febrero, la Madre Superiora me entregó otra carta de mi familia y me dio el permiso de ir a la casa familiar para cumplir el deseo y la petición de la madre moribunda. En seguida empecé a prepararme para el viaje y ya al anochecer salí de Vilna. Toda la noche la ofrecí por mi madre gravemente enferma para que Dios le concediera la gracia de que los sufrimientos que estaba pasando no perdieran nada de su mérito.
397. Por la mañana llegué a Varsovia, y a las 8 de la noche ya estaba en casa. Es difícil describir la alegría de los padres y de toda la familia. Mi madre mejoró un poco, pero el médico no daba ninguna esperanza para su restablecimiento completo. Después de saludarnos, nos arrodillamos todos para agradecer a Dios por la gracia de podernos ver todos una vez más en la vida.
Habla al Mundo es un servicio de difusión de la Divina Misericordia que brinda espiritualidad, formación y capacita Apóstoles de la Divina Misericordia.
Para ser parte de esta obra evangelizadora, podés sumarte a nuestros grupos de WhatsApp/Telegram: www.linktr.ee/hablaalmundo
Jesús, en Vos confío