Evangelio
Jesús dijo a sus discípulos: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que Yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra Mí, pero es necesario que el mundo sepa que Yo amo al Padre y obro como El me ha ordenado”.
San Juan 14, 27-31a
Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff co.
El Señor “vuelve” al Padre, en el sentido de que lleva nuestra carne humana (nuestro ser humano entero) a la perfecta unión con su Padre en el Espíritu Santo.
En ese sentido señala que el Padre es más grande, para que no pensemos que el Padre tiene cuerpo humano. Cristo nunca actuó por criterios humanos, influencias ajenas, “ocurrencias” o deducciones propias, o propia iniciativa, sino por su eterna unión con el Padre y lo que con el Padre y el Espíritu Santo amaban antes de la creación de todo.
Propósito del día
Haré tres obras de caridad o servicio, procurando que nadie se
entere ni me puedan agradecer; las haré sólo por Cristo.
Santos del día: san Pío V, papa
Fraile dominico, elegido papa en la época de la invasión de los turcos en Europa, lanzando amenazas sobre el Vaticano y simultáneamente los protestantes habían proclamado su reforma. A él se debe que los papas usen la sotana blanca, ya que durante su pontificado no dejó de usar el hábito de los dominicos, que es de color blanco.
Murió en 1572.
Liturgia del día
Feria. Blanco/ San Pío V, papa. Blanco. Memoria libre.
Lecturas: Hch 14, 19-28/ Sal 144, 10-13ab.21
Reflexión para las tres de la tarde
Jesús es mandado a azotar. Los verdugos, después de tan injusta sentencia, toman al mansísimo Cordero sin ninguna consideración y, en medio de un griterío salvaje, lo arrastran al pretorio y lo atan a la columna. Y Jesús, ¿qué hace? Humilde y resignado acepta, para expiar nuestros pecados, aquel suplicio tan doloroso y deshonroso.
Triunfo del Rosario. La victoria de Lepanto
La Batalla de Lepanto fue un combate naval que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 a la entrada del golfo de Patras, Grecia, donde se enfrentaron la armada del Imperio Otomano contra la de una coalición cristiana, llamada “Liga Santa” (integrada por España, Nápoles, Venecia, los Estados Pontificios, Génova y otros). En los meses previos, el papa san Pío V pidió a todos los cristianos que rezasen el Rosario para conseguir la victoria del Catolicismo. Esta victoria popularizó el rezo del Santo Rosario y desde entonces cada 7 de octubre la Iglesia Católica celebra la festividad de Nuestra Señora del Rosario.
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Jesús, en Vos confío
