Evangelio
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?” Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan”.
San Lucas 5, 27-32
Audio con reflexión del evangelio p. Germán Saksonoff co.
Reflexión del evangelio Pbro. Germán Saksonoff, co.
Sólo dijo “sígueme”. Con esto, Nuestro Señor, nos dice todo. Y es lo que nos dice siempre a todos: sígueme al Paraíso, por el camino que pasa por la Cruz, que es vivir para los demás hasta derramar tu propia sangre y vida, para ir hacia el Paraíso. Significa seguirlo a El y no al mundo, no a las modas, no a la “mayoría”, no seguir nuestros propios impulsos, gustos o prioridades, sino a El, como El quiere y por donde El nos lleve. Significa dejar el pecado y preferirlo a El siempre.
Propósito del día
Rezaré una decena del Rosario por quienes se encuentran más alejados de Dios.
Santos del día: Los siete santos fundadores de la Orden de los Servitas
Hoy se conmemora a siete ricos comerciantes italianos de Florencia: Bonifacio, Amadeo, Bonayunta, Manet, Sóstenes, Hugo y Alejo, quienes dejaron sus bienes para vivir en la soledad del Monte Senario, meditando los siete Dolores de la Virgen María. Para propagar la devoción y el culto a la Virgen Dolorosa, fundaron en 1233, una Orden religiosa.
NR: El pueblo los llamó “Siervos de María”, y de allí el nombre de servitas.
Liturgia del día
Sábado después de Ceniza. Morado/ [Los siete santos
fundadores servitas] / Lecturas: Is 58, 9b-14/ Sal 85, 1-6
Reflexión para las tres de la tarde
Jesús sabe bien lo que es consolar el llanto de una mujer por un hijo muerto. Ahora, cargando con la Cruz y cayéndose a cada paso, encuentra a las mujeres y las consuela nuevamente, preocupándose por sus hijos.
Tú eres nuestra gloria
Oración de san Efrén de Siria
Mi santísima Señora,
Madre de Dios, llena
de gracia, Tú eres la
gloria de nuestra naturaleza, el canal de
todos los bienes, la
Reina de todas las cosas después de la Trinidad…, la mediadora
del mundo después
del Mediador; Tú eres
el puente misterioso
que une la tierra con
el Cielo, la llave que
nos abre las puertas
del Paraíso, nuestra
abogada, nuestra mediadora. Mira mi fe,
mira mis piadosos anhelos y acuérdate de
tu misericordia y de
tu poder. Madre de
Aquel que es el único
misericordioso y bueno, acoge mi alma en
mi miseria y, por tu
mediación, hazla digna de estar un día a la
diestra de tu único
Hijo.
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Jesús, en Vos confío
